jueves, 26 de mayo de 2016

Cosas que una escribe cuando el sol alumbra la estancia..

Los proyectos cuelgan de mis pestañas, en las paredes,
aguardan en el escritorio, la mesa azul del comedor, 
sueñan profundo en el caballete, cosquilleando las hojas de mis cuadernos, 
reposan sobre el rebozo magenta, abrazando los ganchos rojo y turquesa.

Las tareas se posan junto con el polvo,
los platos, las comidas, las prendas por doblar,
las horas pasan y los días vuelan, se agolpan los años,
la rutina se instala, los pendientes se acumulan...

Las ideas revolotean como colibríes sobre mi cabeza,
alrededor de mi pecho y de mis caderas,
zumbando desbordantes de coloridas promesas.

Soy como una niña pequeña, de pie ante un jardín resplandeciente,
los pies descalzos, la mirada en todas partes.
Los sentidos despiertos, curiosos, anhelantes.

Me acerco y abrazo al sabio eucalipto, huelo el rosado vaivén en los laureles,
recojo lilosas huellas de jacarandas, aspiro la fresca lluvia en tierra mojada.

Quiero jugar, quiero saltar, correr, trepar y reir a carcajadas!
Quiero dormir y quiero soñar,
descansar panza al aire mirando a las nubes, al cobijo del intenso cerúleo,
arrullada por los cantos de aves y danzantes mariposas.
Dar vueltas en la hierba y soplar burbujas, magia esférica iridiscente.

¿Podré encender cada estrella si la toco suavemente?

He regresado, ya estoy de vuelta.
El suelo rojizo ha sustituido a la hierba, 
las aspas girando son el viento que me refresca,,
aquí no hay jardín, ¿lo cultivaré?
el agua del grifo, ¿En lluvia la convertiré?

No lo sé

Sé que no soy niña, que tengo casa, labores, cansancio,
flojera, desidia y caminos trazados.
Que me he dejado curtir la piel por el áspero descuido de mi abandono,
que una manito insistente me jala la falda,
y la brújula de mis soles internos se agita y me llama.

Ven, vuelve, regresa, no te vayas!
Has de mantener encendido el fuego en tus entrañas,
has de cuidar el equilibrio de peso en las balanzas,
has de trazar comprometida los dibujos de tus esperanzas,
has de nutrirte, de amarte, de celebrarte,
has de velar porque tus sueños no se pierdan y de dormir para que tu cuerpo tenga fuerzas.

Para...
Respira...
Oye y siente el latido en tus venas,
tú ya tienes un ritmo,
tu ya entonas una canción interna,
nada hay fuera que sepa como tú, cantar tus colores y danzar tu misterio.

Sábete niña, sábete eterna, 
vuélvete sabia, 
inocente,
anciana,
madura, 
sol,
estrella,
sombra,
piedra, 
flor,
mariposa,
araña,
colibrí,
arroyo,
hogar,
corazón,
mujer,
UNI VERSO.

Explora tu Universo,
conócete,
ámate,
cuídate,
exprésate.
SÉ.

miércoles, 25 de mayo de 2016

ReViviendo

Mientras escribo esta entrada, comienza al unísono "Stay", de Lisa Loeb, una de mis canciones favoritas de antaño y me pongo a pensar en los encuentros y convergencias con todas las Vanessas que me habitan: las que apenas recuerdo, las que ya no siento, las que duelen y provocan ternura, las que resguardan tímidas sus universos coloridos, las nubarrosas, las que rumian heridas añejas, las perdidas y aún aquellas que en tiempo lineal aún no han nacido, pero que rondan susurrándome inspiraciones. Todas y cada una, circulan dentro mío; todas digo, diferenciándolas, cuando en realidad son UNA.
Llega un tiempo en que una se empieza a cuestionar si la vida que lleva es en realidad la que quiere llevar, si todos los limitantes que se cree son siquiera reales o sólo una especie de holograma que a fuerza del hábito se crea y recrea y cubre los espacios, simulando una realidad.

Comienza a cantar  Brandi Carlile su "The story"  y empiezo a pensar que esta playlist me está queriendo decir algo...
Bueno, el hechizo se ha roto con un comercial que definitivamente no entra en el soundtrack de mi vida y ,en fin, la vida es una especie de escalera en espiral que nos trae una y otra vez las mismas tareas y reflexiones desde distintas perspectivas,  vamos avanzando aunque a veces no se sienta, aunque a veces no parezca y aunque volteando a ver hacia atrás el espacio recorrido la mente puntúe errores y recriminaciones, es mi elección, tenderme también la mano en apoyo y sonreir y felicitarme por todo lo construído y lo que ahora mismo voy gestando.

Y de eso se trata esto, de no abandonar los sueños, las inspiraciones y deseos por pequeñitos e insignificantes que parezcan, de no abandonar los blogs y guardarme en el vientre y la garganta las palabras que quieren recorrer espacios y volar como mariposas, de no dejar de cantar, bailar, pintar y jugar por miedo a lo que sea, de llevar de la mano a todas mis Vanessas y regar con alegría y abundante agua, sol y vida las semillas que traen en las faldas para que broten, germinen y florezcan!

Eso es el amor, eso es la vida, así que con colores, tejidos, palabras, canciones, danzas, comidas, abrazos y alegría he de vivirla, lo mejor que pueda, como mejor sé, a cada instante.